domingo, 5 de abril de 2015

DEBATE SOBRE LA NOMINACION DE LA FESTIVIDAD CANDELARIA

¿POR QUÉ LA UNESCO NO RECONOCIÓ AL VESTUARIO, LA MÚSICA Y DANZAS DE CANDELARIA?
Escribe: Omar Aramayo | LOS ANDES 5ABR15
Siento mucho no acompañarlos esta noche, y mi sentimiento se ahonda y multiplica, cuando soy yo, precisamente, el iniciador de este debate, y que debiera sustentar personalmente el motivo, las razones, de esta toma de distancia de la posición oficial, para que todos los puneños puedan estar concernidos de la declaración que hace la UNESCO de la fiesta de la Virgen de la Candelaria, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Cualquier honor o reconocimiento que reciba Puno, o cualesquiera de los puneños y sus expresiones artísticas, o su medio ambiente, siempre me halagará sobremanera. Sin embargo tengo la lucidez y la honestidad de darme cuenta cuando estos honores o premios son legítimos y cuándo no lo son; me ampara felizmente la capacidad del análisis para percatarme cuáles son los alcances y las implicancias de los acontecimientos; puedo observar con claridad la proyección y la intencionalidad de las personas y sus actos.
No me cabe duda que el equipo que elaboró el expediente y que posteriormente realizó el trámite para la declaración en la UNESCO, lo haya hecho de buena fe, y con la mejor de las voluntades, y con el único afán de relevar nuestra fiesta patronal. Sin embargo, en el trayecto se han cometido algunas irregularidades, por decir lo menos, después de obtener el documento en París y comunicar ese logro a la ciudad de Puno. Para fundamentar mis motivos señalaré seis factores y/o pasos de un proceso cultural coyuntural y al mismo tiempo trascendente.
1. El factor boliviano. Hace años que Bolivia, en un movimiento encabezado por la cantante Zulma Yugar, esposa de uno de los integrantes de los Kjarkas, ex ministra de cultura, y el folclorista y folklorólogo Fernando Cajías, sostienen que el Perú y los peruanos les robamos sus danzas, que los peruanos somos unos ladrones (sic). Frente a esta agresión, la Federación Folklórica, el Ministerio de Cultura, o el Ministerio de Relaciones exteriores, hasta el momento y durante años, no han realizado ninguna acción para detener los agravios que nos infieren a los peruanos.
2. El expediente presentado a la UNESCO por el Ministerio de cultura. Aquí el error, a partir del cual se nos hace consentir a los puneños, que la gran festividad de la Fiesta de la Candelaria ha sido declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad como expresión artística, en cuanto el expediente solamente solicitaba la declaración del aspecto religioso, el culto a la Virgen de la Candelaria, el sentimiento y la fe simbiótica, el culto andino que se cultiva alrededor de la sagrada efigie. Mas no las danzas que celebran a la santa imagen y que son motivo de la atracción turística, y por las cuales Puno es conocido en el país como en el extranjero.
3. El engaño y la transparencia. A su retorno, la comisión en ningún momento hace la aclaración respectiva ante el pueblo de Puno, no transmite la información completa; por el contrario, llega el presidente Humala con el documento, como si se tratara de una gran obra de su gobierno. Quién sabe también el presidente fue engañado o no le explicaron el contenido del documento. O solo es un discurso demagógico del presidente. Si hubiesen emitido un mensaje claro, sin ambages ni cortapisas, el asunto habría quedado ahí, y el logro hubiese sido reconocido en su real dimensión, pero se prefirió a las medias verdades que generalmente son peores que las grandes mentiras.


El canciller Rodríguez Cuadros, embajador del Perú ante la UNESCO, en un ejercicio de honestidad y transparencia intelectual, dice en un artículo publicado en su página de facebook: “Es importante saber que el elemento inscrito (en la UNESCO) no son las danzas y la música en sí mismas, sino las prácticas espirituales de la festividad, como una expresión del sincretismo religioso”.
Si lo dice el embajador Manuel Rodríguez Cuadros, que presidió la comisión, en su calidad de embajador, ¿de dónde vienen las dudas? ¿Quiénes son los miembros de la comisión pone en duda sus palabras?
También se afirma en una manifestación conjunta de Perú y Bolivia, en París, que la fiesta de la Candelaria “es acompañada por la música, danza, y vestuario del pueblo de Bolivia”. Les pregunto a ustedes: ¿esa es la verdad? ¿Quienes viajaron de Puno, tenían la autorización para llegar a ese acuerdo? ¿De cuál de los conjuntos de danzas? ¿O solo se dejaron llevar por elementos ajenos a los intereses del pueblo puneño, o por la confusión del momento?
4. El ocultamiento y los agravios. No obstante la claridad de Rodríguez Cuadros en París, en Puno, durante los días de la fiesta, se insiste en el error, se insiste en hacer creer al pueblo de Puno que la declaración es al vestuario, a la música y a la danza en sí. Para ello se recurre a un grupo de personas encargadas de cubrirme de insultos y calumnias, ante la necesaria oportunidad de decir la verdad. Estos agravios se suman a la montaña de insultos que los bolivianos me prodigaron meses antes como resultado de mis artículos acerca del origen puneño de las danzas.
5. El tema en debate. Los bolivianos pelean por “el origen y el desarrollo de las danzas” altiplánicas, de todas las danzas que se realizan en Puno. Para ellos no hay discusión al respecto, desconocen la originalidad de los habitantes de la región Puno y del sur del Perú. Los puneños durante cincuenta años de Federación folklórica, no hemos hecho nada para sustentar el origen prehispánico o colonial, de estas manifestaciones.
6. Una visión universal del problema. En medio de los agravios que se me prodiga en Puno, el diario digital ‘El Sol de Pando’ de Bolivia, recoge mis puntos de vista y precisa una visión universal y exacta. Las danzas no pertenecen al Perú ni a Bolivia, están ubicadas en un mapa cultural mucho más amplio, el mapa de los aymaras y los quechuas, en cuanto Bolivia es un país que se desprende del Perú en 1825, cuando el espíritu de estos pueblos y sus manifestaciones ya estaban completamente definidos. ‘El Sol de Pando’ reconoce cabalmente las danzas puneñas y nos da punto para entrar en la segunda parte del debate, es decir el desarrollo de ellas.
Pero lo más importante de los periodistas de ‘El Sol de Pando’ es la condena que hacen a la UNESCO, por su falta de capacidad para vislumbrar la unidad de los pueblos, por su poca capacidad para comprender las danzas altiplánicas como un esfuerzo histórico único de los pueblos a través de sus diferentes estratos históricos. Dicen que esos óbices que nos pone Bolivia y que la UNESCO acepta, en vez de unirnos, nos han dividido.
A estas alturas, la leche está derramada y la vida continúa, y es hora de voltear la página, no sin antes señalar algunas tareas pendientes descuidadas por más de medio siglo. La Federación Folklórica, el Gobierno Regional, la Municipalidad de Puno, y todas las municipalidades de la región, están en la obligación de subsanar serias omisiones y tomar acciones conjuntas como las siguientes: l. La creación de un gran museo regional de danzas 2. La implementación de una fonoteca o sonoteca, que albergue la producción musical altiplánica, en su conjunto 3. La creación de un equipo de investigadores jóvenes, de archivo, cuyo trabajo pueda sustentar el origen de las danzas puneñas. 4. El registro de un catastro general de danza música y vestuario de la región, estancia por estancia, comunidad por comunidad, distrito a distrito, a través de los medios que la tecnología y el intelecto lo permitan.
Centralistas, los campeones

Debemos aclarar que los puntos señalados, en ‘strictu sensu’, no son para mejorar la fiesta de la Candelaria, son para sustentar la originalidad creativa de Puno, y alguna vez revertir el error cometido en la UNESCO. Y además, advertir que no sean para que la burocracia consuetudinaria de Puno se aproveche para su propios fines. Si vemos el pasado inmediato, ni siquiera los antropólogos han aportado como se debe en la tarea, solo han demostrado su falta de capacidad para la redacción y mostrado sus conceptos erráticos. Con muy pocas excepciones, dentro de ellas el maestro José Portugal Catacora, autor del libro Danzas del Altiplano, se puede observar trabajos serios, productos de la investigación y el análisis.
Obviamente debemos señalar que las tareas pendientes para mejorar la Fiesta, tienen otro carácter, y merece otra nota. En 1998, alcancé a la Federación Folklórica un conjunto de sugerencias que deberían tomarse como medidas urgentes.

Me disculpo con los Guías de Turismo de Puno, por no asistir esta noche a certamen tan magníficamente planificado y desearles todos los parabienes en su futuro personal e institucional, causas ajenas a mi voluntad me impiden asistir y estar en Puno, mi tierra natal, a la que tanto amo.

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