domingo, 9 de noviembre de 2014

MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO

LOS FUNDADORES DEL CUSCO
René Calsín Anco | LOS ANDES 04 nov 2014
En este último año, ante la difusión de la Leyenda de los hermanos Ayar como la única válida para el origen de la cultura inka, se ha generado una controversia. En opinión nuestra, este texto narrativo es parte de otro que es completo, conocido como Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo. Considerando que la leyenda andina tiene un fondo histórico, en el presente artículo nos ocupamos de la contextualización histórica de las leyendas en cuestión.
LA EXPANSIÓN PUQUINA
Desde que ocurrieron los fenómenos climatológicos devastadores, que condujeron al colapso de la cultura Tiwanaku, y hasta que los pobladores de habla aymara ocupasen militarmente el altiplano, se produjeron una serie de migraciones y enfrentamientos. A la serie de migraciones que salieron de esta región la llamamos expansión puquina.
Las culturas puquinas.- Los pobladores de habla puquina forjaron y desarrollaron sociedades agropastoriles, por obra de ellos florecieron las culturas Qaluyo (1450 a.C. – 500 a.C.), Pukara (500 a.C. – 400 d.C.) y Tiwanaku (400 d.C. – 1100 d.C.). De manera que en la actual región Puno, la hegemonía puquina alcanzó los dos milenios y medio. La mayor parte del legado cultural puneño es de origen puquina; debido a la extinción de la lengua puquina, este legado quedó como aporte aymara o quechua, porque los pobladores de estas naciones lo asimilaron y lo recrearon.
El declive de la cultura Tiwanaku.- Hacia el inicio del siglo XII, hace nueve centurias, concluyó la hegemonía de la cultura Tiwanaku. Unos, sostienen que fue por factores climatológicos y, otros, por la invasión militar aymara. A juicio nuestro, ocurrieron ambas situaciones, una después de la otra. Para Brian S. Bauer y Charles Stanish: “un desastre ambiental no puede explicar por sí solo el colapso total de un sistema estatal… la sequía habría afectado enormemente a la producción agrícola intensiva de Tiwanaku, [hubo] otros factores, entre ellos el fraccionamiento político, las rupturas en las redes de intercambio y el surgimiento de formaciones políticas competidoras” (2003:58).
En Tiwanaku.- Los pobladores de la última cultura puquina, ante el inicio de su declive, empezaron a concentrarse en Tiwanaku. En la sede puquina de entonces, estos pobladores planificaron y organizaron la migración militar en tres direcciones.
A la Isla Titikaka.- Antes de su expansión, los puquinas se trasladaron a la Isla Titikaka, el principal lugar sagrado que tenían. En esta isla, conocida actualmente como Isla del Sol, veneraron a sus divinidades y a sus wakas, se encomendaron a ellos para superar la situación conflictiva y difícil que afrontaban, además daban cuenta de sus afanes expansionistas.
La isla Titicaca estuvo íntimamente vinculada con la cultura Tiwanaku, como nos lo dice Juan de Betanzos: “salió de una laguna… de Colla suyo un señor que llamaron Contiti Viracocha… y como este hubiese salido de esta laguna fuese de allí a un sitio que junto a esta laguna está donde hoy en día es un pueblo que llaman Tiaguanaco” (1987:11).
El liderazgo de Manco Cápac.- Manco Cápac, después de someter a los uros y de lograr ascendencia entre los puquinas, se empoderó como el más nombrado de las poblaciones circundantes al lago Titicaca, con anuencia de su dios principal y sus sacerdotes (el demonio y los hechiceros, según los hispanos), a decir de Pedro Gutiérrez de Santa Clara: “Este Mango Ynga Çapalla procuró de ser muy nombrado y aventajado señor mas que todos los señoretes curacas que auia a la redonda de aquella laguna, por lo cual propuso, por consejo del demonio y de los hechizeros, de les ocupar las tierras por mill vias, modos y maneras que pudiesse, y ponellas debaxo de su señorio y mando” (1905 III:421-422).
La salida del lago.- Las tropas puquinas salieron de la isla y del lago Titicaca al mando de Manco Cápac, como nos lo dice Pedro Gutiérrez de Santa Clara: “El primer señor yndio que començo a entrar por tierras agenas fue llamado Mango Ynga Çapalla y este yndio dio principio a las guerras, el cual salió con gente armada de una grande ysla llamada Titicaca… salio con mucha gente de la ysla en muchas balsas de cañas y madera seca y luego con halagos y amenazas atraxo para si algunos curacas y señoretes, y los que no quisieron venir a su obediencia llamandolos, les dio mucha guerra hasta que los pusso debaxo de su mando” (1905 III:421-422).
La fundación de Hatunqolla.- Los puquinas una vez que salieron del lago Titicaca por la actual bahía de Puno se desplazaron hacia el lago Umayo, en cuyas proximidades fundaron el pueblo de Hatunqolla, la última capital de los puquinas. Al respecto, Pedro Gutiérrez de Santa Clara registraba: “Este Mango Ynga Çapalla… Después que se vido hecho señor desta gran prouincia y que todos los curacas y principales yndios le seruian como a señor natural fundo vn pueblo nueuo que llamo Atuncollao, que quiere dezir el gran Qollao. En este pueblo pusso su asiento y corte real porque no se le reuelassen los yndios que auia conquistado” (1905 III:421-422).
Rumbo a Pukara.- Una vez fundada Hatunqolla, las tropas puquinas se desplazaron hacia Pukara, la primera capital puquina de importancia. Desde este lugar histórico, las expediciones puquinas se dirigieron hacia los cuatro puntos cardinales, tres fueron en son de conquista y una regresó a Hatunqolla, la última sede puquina. La trifurcación y el retorno se colige de la siguiente información suministrada por Cristóbal de Molina: “el Hacedor tuvo dos hijos, que uno llamaron Ymai mama Viracocha y el otro Tocapo Viracocha… el Hacedor… vino por el camino de la sierra… [de] Tiahuanaco [a] Cajamarca… mandó que desde allí [desde Pucara] se partiese el mayor de sus hijos, llamado Ymai mama Viracocha, en cuyo poder y mano estaban todas las cosas, y que fuese por el camino de los Andes y montañas de toda la tierra… Y al hijo llamado Tocapo Viracocha… le mandó fuese por el camino de los llanos” (1947:25-29).
La expansión puquina.- El Inca Garcilaso de la Vega, apelando a una leyenda de los moradores del Qollasuyo y del Contisuyo, nos informaba: “Dicen que pasado el diluvio… apareció un hombre en Tiahuanacu… que fue tan poderoso que repartió el mundo en cuatro partes y las dio a cuatro hombres que llamó Reyes: el primero se llamó Manco Cápac y el segundo Colla y el tercero Tócay y el cuarto Pinahua. Dicen que a Manco Cápac dio la parte setentrional y al Colla la parte meridional… al tercero, llamado Tócay, dio la parte del levante, y al cuarto, que llaman Pinahua, la del poniente; y que les mandó fuese cada uno a su distrito y conquitase y gobernase la gente que hallase” (s/a I:53). Esta expansión puquina es reforzada por las versiones de otros cronistas, caso de Juan de Betanzos y Cristóbal de Molina.
Contextualizando la leyenda, consideramos que los puquinas cumplieron un itinerario que comprendía al pueblo de Tiwanaku, la isla Titicaca, la bahía de Puno, el pueblo de Hatunqolla y el pueblo de Pukara, en donde se concentraron las cuatro expediciones para enrumbar hacia sus destinos. La primera expedición, dirigida por Manco Cápac, se desplazó hacia la parte septentrional, el valle de Vilcanota, en donde fundó el Cusco. La segunda, encabezada por Qolla, regresó a la parte meridional, a Hatunqolla, esta expedición es la que se enfrentó a los aymaras. La tercera, liderada por Tócay, se trasladó hacia el levante, es decir hacia la selva puneña y estableció el señorío Kallawaya. La cuarta, conducida por Pinaya, se desplazó hacia el poniente, hacia zonas actuales de Arequipa y Moquegua.
LA FUNDACIÓN DEL CUSCO
De las cuatro expediciones puquinas, la que fundó el Cusco tuvo mayor éxito, puesto que logró instaurar una sociedad de prestancia universal; en cambio, la que se quedó en el Collao tuvo la peor suerte, porque resultó vencida por los aymaras.
La expedición de Manco Cápac.- Las tropas al mando de Manco Cápac, de Pukara se dirigieron al norte, pasaron por la Raya y por Cacha (hoy Raqchi) y llegaron al pueblo de Pacaritambo, luego de una estancia en este pueblo prosiguió su marcha hasta Huanacaure, en donde fundó el Cusco. Varios cronistas relatan esta travesía y la fundación del Cusco.
La estancia en Pacaritambo.- La expedición puquina que vino de la cuenca del Titicaca llegó a Pacaritambo, en donde tuvo una estadía, como nos lo dice Martín de Murúa: “cuentan algunos indios antiguos que de la gran laguna de Titicaca, que está en la provincia del Collao, vinieron hasta esta cueva de Pacaritambo, unos indios, e indias, todos hermanos, gentiles hombres y valerosos… Uno de los cuales fue Manco Cápac” (1987:49). Para el cronista Felipe Guamán Poma de Ayala: “Dicen que ellos vinieron de la laguna de Titicaca y de Tiahuanaco y que entraron en Tambotoco y de allí salieron ocho hermanos ingas, cuatro varones… y las cuatro hermanas… estos ocho hermanos salieron de Pacaritambo” (1993 I:67).
Sobre este episodio, tenemos una valiosa remembranza, la de Francisco Huallpa Túpac Inca Yupanqui (sobrino de Huayna Qhapaj y nieto de Túpac Inca Yupanqui): “[Manco Cápac y Mama Ocllo] salieron de Titicaca y caminaron al setentrión, y por todo el camino, doquiera que paraban, tentaban hincar la barra de oro y nunca se les hundió. Así entraron en una venta o dormitorio pequeño, que está soesto u ocho leguas al mediodía desta ciudad, que hoy llaman Pacárec Tampu, que quiere decir venta o dormida que amanece. Púsole este nombre el Inca porque salió de aquella dormida al tiempo que amanecía” (Garcilaso s/a I: 48-49).
Hacia Huanacaure.- Las tropas de Manco Cápac, de Pacaritambo se desplazaron a Huanacaure, en donde se fundó el Cusco, como lo relataba Francisco Huallpa Túpac Inca Yupanqui: “[Manco Cápac y Mama Ocllo] salieron de Titicaca… entraron en una venta o dormitorio pequeño… que hoy llaman Pacárec Tampu… De allí llegaron él y su mujer, nuestra Reyna, a este valle del Cozco… La primera parada que en este valle hicieron fue en el cerro llamado Huanacauri, al medio día desta ciudad. Allí procuró hincar en tierra la barra de oro, la cual con mucha facilidad se les hundió al primer golpe que dieron con ella, que no la vieron más. Entonces dijo nuestro Inca a su hermana y mujer: ‘En este valle manda Nuestro Padre el Sol que paremos y hagamos nuestro asiento y morada para cumplir su voluntad’… Desta manera se principió a poblar nuestra ciudad imperial” (Garcilaso s/a I: 48-52).
La fundación del Cusco.- Numerosos cronistas informaban que los fundadores del Tawantinsuyo provenían de las inmediaciones del lago Titikaka. El Inca Garcilaso de la Vega escribía: “Dicen que deste repartimiento del mundo nació después el que hicieron los Incas de su reino, llamado Tahuantinsuyo. Dicen que el Manco Cápac fue hacia el norte y llegó al valle del Cozco y fundó aquella ciudad y sujetó los circunvecinos y los doctrinó… este primer Inca Manco Cápac mandó poblar y redujo a su Imperio, con los cuales me crié y comuniqué hasta los veinte años” (s/a I:53). Para Felipe Guamán Poma de Ayala: “ocho hermanos salieron de Pacaritambo y fueron a… Uanacauri viniendo del Collau; la ciudad del Cuzco primero fue llamada Acamana, después fue llamada Cuzco… solo uno fue rey Inga, el primero Mango Cápac” (1993 I:67).
Añadimos cuatro apreciaciones, las de José de la Riva Agüero: “el imperio incaico… vino a representar… el renacimiento y último fruto de la cultura de Tiahuanaco” (Urteaga 1931:XI); de Horacio H. Urteaga: “la guerra de conquista en el Cusco, la inició la llegada de los quichuas [léase puquinas] de Manco [desde Tiahuanaco], conocidos en la tradición con el nombre de los Ayares” (1931:45); de Waldemar Espinoza Soriano: “en el foco nuclear de Tiahuanaco está el más remoto origen de los incas; y el análisis de documentos recientemente descubiertos así lo evidencian” (1979:163); y de Luis Guillermo Lumbreras: “El estado cuzqueño… se fue organizando desde el siglo XI-XII como un estado independiente ligado al Titicaca desde milenios atrás, siempre reconoció que allí estaban sus fuentes primarias” (s/a:33).
LAS LEYENDAS
En torno a los orígenes de los inkas hay varias leyendas, de estas son ampliamente conocidas dos, la Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo y la Leyenda de los hermanos Ayar.
La Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo.- Esta leyenda da cuenta de que la pareja mítica e hijos del Sol, Manco Cápac y Mama Ocllo, salieron del lago Titicaca y se trasladaron al valle del Vilcanota, en donde fundaron el Cusco, la capital de la sociedad inka. De manera que el Lago Titikaka es la pacarina de la cultura inka.
La Leyenda de los hermanos Ayar.- Esta leyenda considera que los hermanos Ayar (Manco, Cachi, Auca y Uchu) con sus esposas, salieron de Pacaritambo y enrumbaron hacia Huanacaure, en donde fundaron el Cusco.
Una leyenda general.- Nosotros consideramos que estas dos leyendas no son independientes, sino que la segunda es parte de la primera, como nos hacen entrever los propios cronistas. El que mejor detalla es el Inca Garcilaso de la Vega, como ya lo vimos.
Martín de Murúa nos decía: “de la gran laguna de Titicaca, que está en la provincia del Collao, vinieron hasta esta cueva de Pacaritambo, unos indios, e indias, todos hermanos, gentiles hombres y valerosos… Uno de los cuales fue Manco Cápac… y llegaron al cerro que ahora llaman Huanacauri” (1987:49-50).
Para Felipe Guamán Poma de Ayala: “Dicen que ellos vinieron de la laguna de Titicaca y de Tiahuanaco y que entraron en Tambotoco y de allí salieron ocho hermanos ingas, cuatro varones… y las cuatro hermanas… estos ocho hermanos salieron de Pacaritambo y fueron a su ídolo huaca de Uanacauri viniendo del Collau” (1993 I:67).
También son de la misma opinión varios historiadores. José de la Riva Agüero escribía: “estando demostrado hasta la saciedad, por un centenar de autoridades cuando menos, que los incas de Pacaritambo y sus congéneres, como los cahuinas, provenían del Qollao” (Urteaga 1931:XVII). Para Horacio H. Urteaga: “Las tradiciones del origen de los Incas, arrancan todas de estos dos centros: la laguna de Titicaca y el valle de Pacaritambo… Una de estas tradiciones es más explícita porque cuenta el traslado de las generaciones (nacidas en Tiahuanaco) al valle de Pacaritambo… en la región de Pacaritambo se refugió la alta clase o nobleza de los quichuas [léase puquinas] de Tiahuanaco… El segundo avance, o sea la emigración de Pacaritambo al Cusco” (1931:38-45).
LA ESCENIFICACIÓN
Desde hace más de medio siglo, en el marco del aniversario de Puno, se viene escenificando la Salida de Manco Cápac y Mama Ocllo.
Un notable precedente.- Hay un antecedente que data del 12 de febrero de 1934. En ese día se realizó un exitoso Corso de Balsas. Una de las balsas, la del distrito de Chucuito, rememoraba la salida de la pareja mítica desde la Isla del Sol, como nos lo dice la siguiente crónica periodística: “El conjunto de Chucuito… presentó una balsa alegórica simbolizando la salida de Manco Kapac y Mama-Oclla, de la Isla del Sol, con su barreta de oro” (EEP 16/2/1934).
La primera escenificación.- El 5 de noviembre de 1960 empezó la escenificación de la Salida de Manco Cápac y Mama Ocllo por iniciativa del Prefecto de entonces, Dr. Juan Luis Mercado Mendoza. En estos últimos decenios la organiza la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno. La prensa daba cuenta de la primera versión en estos términos: “un acontecimiento extraordinario ha efectuarse en la capital lacustre por iniciativa del Prefecto del Departamento, Dr. Juan Luis Mercado, escenificándose, por primera vez, la salida de la pareja incaica de Manco Kapaj y Mama Ocllo, del Lago Sagrado” (LA 21/10/1960). Por otra nota periodística se conocía, que la escenificación resultó imponente y trascendente, que contó con la asistencia de cincuenta mil personas, que don Anselmo Molleapaza Coello representó a Manco Cápac y que doña Feliciana Mamani, de Jayllihuaya, hizo de Mama Ocllo (LA 8 y 9/11/1960).

BIBLIOGRAFÍA
BAUER, Brian S. y Charles STANISH. Las islas del Sol y de la Luna, Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de las Casas, Cusco, 2003.
BETANZOS, Juan de. Suma y narración de los Incas, C. S. I. C., Madrid, 1987.
ESPINOZA SORIANO, Waldemar. Los fundamentos lingüísticos de la etnohistoria andina, Lima, 1973.
GARCILASO DE LA VEGA, Inca. Comentarios reales de los Incas, tomo I, Editorial Universo S. A., Lima, s/a.
GUAMÁN POMA DE AYALA, Felipe. Nueva corónica y buen gobierno, tomo I, Fondo de Cultura Económica, Lima, 1993.
GUTIÉRREZ DE SANTA CLARA, Pedro. Historia de las guerras civiles del Perú (1544-1548), tomo tercero, Librería General de Victoriano Suárez, Madrid, 1905.
LUMBRERAS, Luis Guillermo. El Perú Prehispánico. En: Nueva historia general del Perú, Mosca Azul Editores, Lima, s/a.
MOLINA, Cristóbal. Ritos y fábulas de los Inkas, Editorial Futuro, Buenos Aires, 1947.
MURÚA, Martín de. Historia General del Perú, Edición de Manuel Ballesteros, Madrid, 1987.
URTEAGA, Horacio H. El Imperio Incaico, Lima, 1931.
Periódico consultado: Los Andes de Puno (LA).

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