sábado, 19 de marzo de 2011

EDWIN HUARACHI: AMAUTA DE LA ARTESANIA PUNEÑA


Escribe: ::Camilo H. Sánchez Serruto | en LOS ANDES, Puno, 20 marzo 2011

Era la época en que la ciudad de Moho pertenecía a la provincia de Huancané. Compartió su infancia con su hermana mayor Soledad, profesora de arte y amante de La Pandilla Puneña, y su hermano menor,Dino, ingeniero economista. Y él es el hermano del centro que dice no estar ni a la derecha ni a la izquierda.
Nací en Moho el 2 de agosto de 1947. Mi primaria la hice en el campo. Mipadre Alejandro Loza Paredes fue director de los núcleos escolares campesinos. Un maestro muy honesto y entregado a su trabajo. Y madre dedicada a la casa.Estudié una parte en Vilquechico. En el Núcleo Campesino Escolar de Rosaspata. Hice estudios en el 883 de Puno cuando estaba de profesor don Ricardo García. Recuerdo mucho a mi profesora del tercer grado, doña Julia García de Ortega, y en el cuarto año,ami profesora doña Julia Arroyo de Masías, ambas todavía viven y mi recuerdo siempre grato. Ingrese al colegio San Carlos, luego ala Escuela Normal Superior de San Juan Bosco cuando estaban los curas salesianos, en la especialidad de Biología y Química. Apegado mucho al arte, la música, la danza,y ahora me tienes como caretero.
Estoy muy contento de haber sido profesor. Como decía Encinas,“el lugar más importante que puede ocupar un ciudadano es ser maestro de escuela.En Rosaspata aprendí los inicios de la artesanía. Aprendí a hacer las mascaritas de las Tanta Wawas. Me la enseñaron en los núcleos escolares campesinos de Rosaspata. Recuerdo mucho, un 8 de diciembre cuando mi hermano Dino tuvo que bailar Sicuris de Mañazo. A él le tocó bailar de sicumoreno. En ese entonces nos dijeron que la máscara la hacía “El Carcal Velásquez”. Nos fuimos a su casa para que le tomara las medidas. “El Carcal” delante de nosotros preparó su masa y era la misma que me enseñaron en Rosaspata. Ahí se despertó en mí ese deseo de hacer máscaras, y me convertí en el restaurador de la máscara de mi hermano y de algunos amigos. Ya un poco mayor bailé por 20 años en la Diablada Porteño donde absorbí toda la tradición, las leyendas e historias y sobre todo, tuve contacto con las máscaras de todos los bailarines. A algunos les hacía sus máscaras y a otros su restauración.
Si pues, ahora me tienes con un premio y con el título de Amauta de la Artesanía Peruana. Con mucha responsabilidad y muy preocupado por tener que responder a este título con toda la responsabilidad que implica. Además de ser una gran inversión, hay que responder con este pueblo, con la Pachamama que nos cría, y lo mucho que nos ha dado. No solo responder que somos la Capital Folklórica del Perú sino que acá también se hace imaginería artística. Imaginería no solo es hacer vírgenes y santos, también es hacer diablos, morenos, china diablas.
He logrado desarrollar unaforma muy personal de realizar mis trabajos. El yeso es un material muy tradicional en nuestro medio. Se trabajaba con un puré de papa amarga, resultado de ello es una masa muy plástica pero demasiada pesada. Y para “livianizar” se echó mano del latón, pero éste no tiene la plasticidad del yeso. Entonces fui desarrollando una tecnología que consiste en la utilización de materiales reciclables. Papel, aserrín, yeso, cola, carbonato de sodio, emulsiones, entonces logré una masa bien liviana pero que no deja de tener un peso proporcional para mantener la postura del bailarín.
Ahora lo que hago es recuperar las imágenes antiguas. La diferencia está en el peso. Existe una gran cantidad de máscaras, especialmente la del “Caporal”. Esta máscara es única y no se encuentra en ninguna otra parte fuera del Perú. Aquí también evolucionó la máscara de la “China diabla, la “Diableza” que ahora le dicen. La Diablada era una danza netamente masculina y era bailada por varones, al extremo que en el tiempo de la extirpación de idolatrías, se mantuvo la danza ceremonial del “Jhanchancho” que es la danza del dios de las minas, que ahora la conocemos como “Diablada”. La trataron de mantener tal como está, si ellos prohibían esos rituales, entonces no ingresarían los campesinos a hacer las faenas propias de la extracción de minerales. En ese intertanto había pues cantidad de mortandad entre los campesinos, y ellos decían que no se estaba cumpliendo con el “Jhanchancho”, y los españoles dejaban que los naturales realizaran sus rituales. Así fue evolucionando lo que hoy conocemos como una de las danzas emblemática del Altiplano. Nosotros estamos tratando de mantener estas figuras lo más cercano posible a lo original.
Muy pronto se debe estar inaugurando el CircuitoTurístico Artesanal en Puno. El profesor Edwin Loza y su taller serán parte de ese circuito. En este momento dice estar reconstruyendo su taller porque el anteriorera muy pequeño. A partir de junio o julio debe estar recibiendo al público para mostrar toda la imaginería artística que ha realizado. Donde los turistas puedan tener la oportunidad de manipular la masa. Acompañado de su sala de exposiciones donde mostrará todas sus máscaras.
El día que inaugure nos tendrá varias sorpresas gratas de su trabajo. En ese caso no indagamos más sobre su trabajo y esperamos con ansías ver el trabajo primoroso y auténtico que el profesor Edwin Loza nos tiene prometido. Y para terminar diremos como lo dijo en otro momento, que el arte viene del pueblo y va hacia él. Hoy diremos, que el pueblo irá al taller del profesor Edwin y todo su arte regresará a él. Felicitaciones, profesor Edwin.

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