martes, 8 de febrero de 2011

La otra capital de Arguedas...



CORREO de Puno, 08 de Febrero del 2011

PUNO | Si a José María Arguedas le impresionó tanto, en su época, sólo los más de dos mil bailarines, trescientos músicos y apenas 27 conjuntos, ¿cuál sería su expresión de esta versión Candelaria 2011, en la que participan más de treinta mil danzarines y cinco mil músicos, que convocan a miles de extranjeros que llegan desde diferentes lugares del mundo para disfrutarla?. La respuesta es obvia. Por eso Correo, en homenaje a quienes le han dado continuidad a la fiesta de la Candelaria, publica esta galería de fotos no sólo para la historia, sino a la memoria de Arguedas.

HISTORIA. A mediados de la década de los sesenta del siglo pasado, José María Arguedas describía a Puno diciendo “No creemos que exista en América un acontecimiento comparable, en cuanto y danzas y música, con la fiesta de la Virgen de la Candelaria de Puno”. Estaba extasiado y regocijado de tanta belleza que desfilaba por sus agudos ojos andinos para continuar diciendo: “Más de dos mil bailarines y trescientos músicos actuaron en el Estadio ante una multitud de veinte mil personas. De los 27 conjuntos, seis procedían de los pueblos y 21 de los barrios de la ciudad”.

No contento con ello, reflexionaba admirado y rendido ante la magia artística de los puneños: “Y le dije al Prefecto de Departamento, mientras lo observábamos: Estos desfiles en los campos Elíseos de París o en la Quinta Av. de Nueva York causaría deslumbramiento y despertaría en los espectadores inquietudes jamás suscitadas antes en el corazón y la conciencia de esos públicos. Estas palabras son más vigentes cuando en nuestro país se llegue al convencimiento de que nuestras danzas y música continúan siendo, por su originalidad y riqueza, lo que de veras “vale un Perú”, que constituye una creación humana.

VISIONARIO. Más de cuatro décadas después, los puneños de diferentes generaciones recordamos estas visionarias reflexiones que empezaban a generar en los peruanos y extranjeros el deseo de conocer esa “Otra capital del Perú”, pero mejor digamos la “Otra Capital del taita José María Arguedas”, que hoy se muestra orgullosa al mundo.

Si a Arguedas le impresionó tanto, en su época, sólo los más de dos mil bailarines, trescientos músicos y apenas 27 conjuntos, ¿cuál sería su expresión de esta versión Candelaria 2011, en la que participan más de treinta mil danzarines y cinco mil músicos que convocan a miles de extranjeros que llegan desde diferentes lugares del mundo para disfrutarla?

Seguros estamos que simplemente volvería a escribir para decirle al mundo lo que de verdad es Puno cuando celebra la fiesta de su patrona, la Virgen de la Candelaria, para la que bailan. Y, como dijimos en anterior oportunidad, él debe estar contento en el panteón de nuestra cultura, debe estar riendo, debe estar danzando como nosotros.

José María Arguedas estaría tan feliz de ver que no fue necesario llevar este desfile a campos Elíseos de París o a la Quinta Avenida de Nueva York para causar deslumbramiento y despertar en esos espectadores inquietudes jamás suscitadas antes en el corazón y la conciencia de ellos.

Y es que es el mundo el que se extasió y cada año son más los hermanos extranjeros los que vienen a desfilar para los puneños y a rendirse ante la patrona y Manita de los altiplánicos.

En efecto, desde diferentes latitudes y países, nuestros hermanos vienen a compartir la música del antiquísimo siku y pinkillos, que embelesaron los oídos de tan notable peruano -Arguedas- para luego embelesar al Orbe entero que seguirá invadiendo la conciencia y el corazón del planeta para convertirlos en puneños, en hijos de la Pakarina del mágico Titikaka.

Esta al tiempo que nuestro José María Arguedas, desde la eternidad, seguirá reflexionando para el mundo, diciendo: “Mientras tanto la Capital Simbólica de la Danza Latinoamericana, que es la ciudad de Puno, donde los doctores, los llameros, los choferes, los enfermeros, los industriales y obreros danzan con excepción del señor rector de la Universidad del Altiplano, que es un tecnólogo muy occidentalizado seguirán trasformando y creando trajes, danzas, mudanzas coreográficas. Y ojalá sigan haciéndolo con medida, auténticamente, para su propio regocijo, sin dejarse obsesionar por la conquista de Lima y otras metrópolis, para dar curso a la carga de tempestades de energía de silencio, de casi insoportable belleza que el altiplano, el lago y el cielo de Puno sigue alimentado en la criatura humana que trabaja en tanta altura, sobre el verdadero techo del Nuevo Mundo”.

INTERROGANTE. En honor a la verdad, no sabemos por qué razones, en el año del Centenario del Nacimiento de José María Arguedas, la Federación Regional de Folklore y Cultura de Puno no le haya rendido merecido homenaje a un hombre que de verdad definió primigeniamente a Puno como la Capital del Folklore Peruano. ¿Ignorancia? ¿Mezquindad? No lo sabemos, pero ante tal olvido los puneños de verdad rendimos homenaje de gratitud a José María Arguedas en esta fiesta que lo inspiró a llamarnos hijos de la Otra Capital del Perú.

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