lunes, 13 de abril de 2009

El Litio y el desarrollo de Bolivia


Coipasa

Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas

El Litio asoma como un elemento de primer orden para sustentar el desarrollo tecnológico en el presente siglo, particularmente en el campo de las comunicaciones y en la industria automotriz. La abundancia de ese metal en la hermana república de Bolivia, pone a ese país en el centro de atención de la industria mundial y puede acarrear derivaciones geopolíticas interesantes en el cono sur del continente, incluso el Perú. Veamos.

Qué es el Litio y cuáles son sus aplicaciones

El litio es un elemento químico de carácter alcalino, color blanco plata, que se oxida con el contacto de aire o agua. Es el metal sólido más ligero, es blando, “de bajo punto de fusión y reactivo”. Su densidad es la mitad de la del agua. Entre las propiedades físicas más notables del litio están el alto calor específico (capacidad calorifica), el gran intervalo de temperatura de la fase líquida, alta conductividad térmica, baja viscosidad y muy baja densidad.

Se lo utiliza en diversos compuestos: El principal es el hidróxido de litio, que comercialmente es hidróxido de litio monohidratado, carbonato de litio en la cerámica en la formulación de esmaltes para porcelana, estearato de litio como espesante para grasas lubricantes, bromuro de litio y cloruro de litio en el control de la humedad a través de acondicionadores de aire así como en los acumuladores alcalinos, soldadura autógena y soldadura para latón. Se emplea también, por excelencia, en aleaciones metálicas livianas y altamente resistentes, y en general en muy variadas y cada vez más diversas aplicaciones.
En la industria y en la tecnología de punta, el litio viene siendo muy utilizado en las baterías de los teléfonos celulares, teléfonos-palm Blackberrys y otros dispositivos electrónicos de esa línea, relojes digitales, marcapasos, computadoras portátiles y de mano; artefactos todos ellos que van formando –cada vez más- parte de la vida diaria de las personas y masas humanas en todos los países.
El litio se utiliza ya en cohetes y satélites. Se sabe también que las modernas bombas termonucleares utilizan deuteruro de litio, además de plutonio y explosivos químicos.
Pero es en la industria de automóviles en donde la aplicación del litio tiene las mejores proyecciones. Si dice que la próxima generación de vehículos rodantes se va a desplazar ya no a gasolina, gas o diesel, sino a litio. Una batería del tamaño de la caja de zapatos, recargable enchufándola a la red eléctrica, serviría para manejar un futuro vehículo por tiempo considerable. Al pesar menos que el níquel, que también se utiliza en las baterías, el litio -o las baterías de litio- permitirían a los coches eléctricos almacenar más energía y recorrer grandes distancias.
Considerando las existencias de litio en Uyuni y Coipasa y la gran demanda mundial de ese metal que se avecina, ha hecho pensar a algunos geólogos que la fabricación de coches eléctricos en las próximas décadas podría basarse casi exclusivamente en las reservas de litio de Bolivia. Entonces, la primacía de los combustibles fósiles empezaría a tambalear. “Ya en 1992-93, el tema no era ciencia ficción, sino algo cercano a la realidad. Hoy puede decirse que el litio es la energía del presente… el boom está anunciado para los años 2010 ó 2011”
En el campo de la SALUD el litio se usa en pequeñas dosis en la elaboración de medicamentos para la estabilidad emocional. Antes, el litio se utilizó como remedio para diferentes enfermedades, hasta que se asentó como agente farmacológico para el trastorno bipolar, también conocido como psicosis maniaco-depresiva, (La enfermedad maníaco-depresiva, más conocida como trastorno bipolar por el hecho de arrojar al individuo desde la genialidad hasta la apatía más absoluta ) cuyas víctimas alternan estados extremos de euforia (o manía) y depresión que les llevan literalmente al cielo y al infierno, del resplandor a las tinieblas, de una exaltación sin límites, a un abatimiento intolerable. Uno de los fármacos más empleados en este tratamiento es el carbonato de litio.
El intervalo libre de síntomas comprendido entre una crisis maniaca y una crisis depresiva recibe el nombre de periodo eutímico. Durante este periodo, la persona puede llevar una vida normal, normalmente utilizando estabilizantes farmacológicos del estado de ánimo como el litio.
La ciclotimia, que es llamada "la hermana pequeña" del trastorno bipolar, consiste en la aternancia de crisis de hipomanías (o euforias suaves) con depresiones de carácter leve, que ocasionalmente también suelen tratarse con cortos periodos de uso de litio.
Para tratar el trastorno bipolar, lo que se persigue es alcanzar y mantener una cierta concentración de litio en la sangre, lo cual se logra tomando litio durante largos periodos en la vida del paciente, en vez de tomarlo sólo ocasionalmente o durante breves periodos, como sucede con otros fármacos. Es por esto que los psiquiatras aconsejan a sus pacientes que no dejen de tomarlo, aunque se sientan mejor, hasta que ellos así lo indiquen.
El Litio en Bolivia

“Casi la mitad de las existencias mundiales de litio, se encuentra en Bolivia” . Nuestro vecino país cuenta con dos grandes reservas de litio, la primera en el salar de Uyuni en la región de Potosí y la segunda, en el salar de Coipasa ubicado en el departamento de Oruro.

El litio boliviano se halla en su mayor cantidad en las salmueras del Salar de Uyuni ubicado a 3 mil 650 m de altitud sobre el nivel del mar y con un área de 12.000 kilómetros cuadrados y 220 m de profundidad media. Es uno de los mayores desiertos de sal del mundo, situado en la región de Potosí y cerca de la frontera con Chile.
Aunque la cantidad de reservas de litio boliviano no está plenamente calculada de forma oficial, se ha dicho por los entendidos que “solo Uyuni alberga 5,4 millones de reservas métricas finas existentes en el mar de sal de Uyuni, las que equivaldrían a 515.000 millones de dólares” . En base a ello el Gobierno de La Paz considera que en Bolivia se encuentra el yacimiento más grande del mundo. Y esto, sin considerar el de Coipasa, el segundo salar más grande de ese país.
El Gran Salar de Uyuni, ha pasado a ser orgullo nacional boliviano, puesto que por extensión y color se lo divisa desde el espacio, como lo demuestran múltiples fotografías tomadas por distintos artefactos que la NASA estadounidense ha lanzado allende la estratósfera. Es una gran reserva metálica que, por su gran cantidad de litio, potasio, boro y magnesio, puede catapultar el desarrollo de Bolivia y puede convertir es este país en la “Arabia Saudita del litio".
Cómo se formaron el salar de Uyuni y el lago Coipasa

Se han publicado muchas explicaciones sobre la formación geológica de la gran Meseta del Collao en cuya parte austral están ubicados los salares de Uyuni y Coipasa. Por lo general esas explicaciones se formulan en lenguaje altamente formalizado, científico-técnico, a veces ininteligible para quienes no estamos familiarizados con la Geología y ciencias conexas. Un resumen condensado de varias teorías y que es de nuestra responsabilidad -y por tanto pasible de errores- sería el siguiente:

Hace no menos de cien millones de años (según algunos los expertos), entre fines del Terciario hasta el Cuaternario, las fuerzas geodinámicas de la corteza terrestre, se desenvuelve un proceso que los especialistas denominan “tectónica de placas”, cuya consecuencia más grandiosa fue el imponente levantamiento o elevación de materia sólida que se encontraba sumergida bajo el inmenso océano; esto es, cuando la corteza terrestre de la Placa del Pacífico o Placa Nazca, inició la subducción de la Placa Sudamericana o Placa Continental .

La colisión entre las dos placas, causó el plegamiento de tierra y rocas, con la consecuente gran elevación antes referida, a la que hoy se conoce como la Cordillera de los Andes. Las fuerzas tectónicas a lo largo de millones de años desencadenaron movimientos geológicos, erupciones volcánicas y terremotos, haciendo que las elevaciones en algunas partes de la larga costa occidental sudamericana, sobrepasaran en algunos puntos a los 6,000 m. El levantamiento en la parte que recorre el sur del Perú fue y aún es “altamente sísmico y presenta regiones con importante vulcanismo,… por lo que su territorio ha sido incluido en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico” .
Después de su accidentada formación, la Cordillera de los Andes sufrió un largo proceso de erosión, que produjo otra formación hacia el este o levante: Una “vasta llanura donde antes de la aparición de esa gran cordillera se encontraba una porción de mar; esta región sedimentaria es la llanura amazónica. Ese mismo proceso erosivo es la causa de lo escarpado de los Andes” .
Ese levantamiento que recorre todo el litoral occidental del continente sudamericano cobró protuberancia y mayor anchura a la altura de casi la mitad de su recorrido; específicamente entre los paralelos 24 grados latitud sur y 14 grados latitud sur, formando un gran macizo, que Humbolth llamó “Promontorio Americano” y al que hoy conocemos como Meseta del Collao. En medio de ésta, tanto el levantamiento masivo como la erosión formaron una inmensa hoya o “fosa intermontañosa”, en laque quedó almacenada gran cantidad de agua del océano, formando un gran lago, que los científicos estudiosos del tema han dado en llamar lago Ballivián, y otros Ballivián-Minchín, cuya extensión y volumen de aguas fueron objeto de sucesivas modificaciones en el tiempo.
El Ballivian “fue un extenso mar interior que existió hasta el final del pleistoceno. Cubrió lo que ahora es el altiplano andino peruano-boliviano (50,000 km2, según algunos cálculos). Su litoral era cerca de 45 metros más alto que el nivel actual del lago Titicaca. Al ir bajando su nivel, dos lagos más pequeños se formaron: Titicaca, en la frontera Perú-Bolivia y Minchin, cuyos restos son el lago Popoó y el salar de Uyuni” . Ballivián y Minchín presentaban un ecosistema totalmente diferente al actual. El clima, entonces más templado y más húmedo permitía la existencia de una flora variada, de helechos, grandes bosques, hortalizas, maíz y todo tipo de especies propias de los valles templados y, aún, de los trópicos (“yungas”, valles de clima tropical).
Lentamente o quizá por un violento fenómeno, los lagos fueron reduciendo su superficie, achicándose hasta quedar en la forma con que hoy se les puede apreciar . Cualquiera fuese el origen de este “achicamiento” de los lagos, se provocó un definitivo cambio en el ecosistema. Varió la humedad atmosférica, cambió la temperatura, desapareció la vegetación. Apareció una estepa desolada y el lecho desecado de los lagos de la parte sur se transformó en salares.
Concurrentemente, a lo largo de millones de años, las aguas saladas de origen marino rebozaron del gran lago Titicaca por drenaje y escorrentía y a través del rio Desaguadero y otros menores que le siguen, se fueron depositando -junto a las aguas del antiguo Lago Minchín- en las depresiones suraltiplánicas, entre ellas las llamadas ahora Popoó, Coipasa y Uyuni, en donde un largo proceso de evaporación, sobre todo en aquel último, hizo que se formaran aéreas denominadas “salares” que albergan ingente riqueza metálica, principalmente Litio. Mientras, en ese larguísimo proceso, las aguas saladas del Titicaca fueron reemplazadas paulatinamente por “agua dulce” proveniente de las precipitaciones pluviales recogidas en su amplia superficie y por sus muchos ríos tributarios.

Está abundantemente probado por los especialistas el inicial origen marino de las aguas del Titicaca. La zona que hoy ocupa “está sembrada de millones de conchas marinas fosilizadas –se señala en un informe científico- lo que supone que en un pasado remoto la región fue elevada desde el nivel del mar… El lago Titicaca ha conservado, hasta el presente, muchos tipos de peces y crustáceos oceánicos lo que confirma que este lago se formó al quedar estancada el agua marina tras la elevación de los Andes. Desde que este lago se formó, parece haber sufrido diversos cambios y hoy en día se pueden observar distintas líneas de costa u orilla pues en algunos puntos esa línea de costa antigua esta a 90 metros más arriba que la actual mientras que en otros puntos, esa misma línea, está a 82 metros más abajo…”

En la actualidad sabemos que el Titicaca se encuentra a unos 3750 m sobre el nivel del mar, atravesado por la frontera entre Perú y Bolivia, ocupa un área de 8256 Km2 y mide 220 Km de longitud y unos 112 Km de ancho. Su profundidad alcanza en algunos puntos los 300 metros.

El régimen jurídico de los recursos hídricos de la Cuenca del Titicaca

En el campo de las relaciones internacionales entre el Perú y Bolivia, el lago Titicaca, el río Desaguadero y los lagos Poopó y Coipasa, han sido considerados como los cuatro elementos de un “sistema hídrico” perteneciente a una sola cuenca endorreica o autónoma, al que se denomina como Sistema TDPS, “el mismo constituye un conjunto unitario e interconectado, dentro del cual es posible reconocer cuatro cuencas primarias”, correspondientes a los cuatro elementos sistémicos antes indicados.

En el balance hídrico del Titicaca, principal elemento del Sistema TDPS, se ha comprobado que alrededor del 80% de sus aguas se pierde por evaporación. El agua que no es evaporada “es estacionalmente drenada a través del río Desaguadero hasta el Lago Poopó (3685 m), muy somero y salino. Ocasionalmente tiene también este último algún excedente de agua no evaporada que es drenada a los salares de Coipasa (3656 m) y Uyuni (3653 m), punto más bajo de la cuenca”.

Sin embargo, inconsistentemente, el Salar de Uyuni no ha sido considerado en el Sistema TDPS. Esta es una de las incoherencias y uno de los vacíos en el régimen jurídico de las aguas de la cuenca del Titicaca, que deberán explicados por la cancillería peruana y los técnicos que la apoyaron al momento de establecer ese régimen.

Ambos países han suscrito y ratificado formalmente dos tratados llamados “Convenios”: El primero, la “Convención Preliminar para el Estudio del Aprovechamiento de las Aguas del Lago Titicaca”, suscrita en Lima el 30 de julio de 1955 por los Cancilleres David Aguilar Cornejo del Perú, y Walter Guevara Arze de Bolivia, aprobada por el Congreso de la República del Perú mediante Resolución Legislativa 12857, de 31 de octubre de 1955 y por Bolivia mediante ley Nro. 1971 de 28 de abril de 1999; y, el segundo, el “Convenio para el Estudio Económico Preliminar del Aprovechamiento de las Aguas del Lago Titicaca”, suscrito en La Paz el 19 de febrero de 1957, por el Canciller de Bolivia Manuel Barrau Peláez y el Embajador del Perú en aquel país, Humberto Fernández Dávila, convenio que fue aprobado por el Perú por Resolución Legislativa 12857 de 21 de noviembre de 1957 y por Bolivia mediante Ley Nro. 1972 de 30 abril 1999.

En virtud de ambos tratados, las aguas de toda la cuenca pertenecientes al sistema hídrico TDPS en mención, se encuentran en situación jurídica de condominio exclusivo e indivisible que ambos países ejercen. El condominio es exclusivo de ambos países, en tanto no hay otro que posea similares derechos; y, es indivisible por la naturaleza de las aguas del lago y por la existencia de solo los dos condóminos.

El fundamento del condominio binacional reposa en el principio de la naturaleza de las cosas, en ese caso, en la naturaleza unitaria e indivisible del gran cuerpo de agua del Titicaca y consecuentemente el agua de las cuencas del Desaguadero, Popoó y del Coipasa, ya que “cualquier uso de las aguas del lago que signifique cierta magnitud, afectará el volumen de egresos por el Desaguadero, afectando en consecuencia al caudal de los lagos Popoó y Coipasa. Del mismo modo, una mayor captación de las aguas de dicho río afectaría el nivel del espejo lacustre. Asimismo, cualquier uso significativo de las aguas de los ríos afluentes, afectará asimismo al volumen de las aguas del lago”. Por tanto, ambos países se encuentran en la obligación de velar conjuntamente por la “no alteración sustancial del volumen de agua producto de las excedencias del lago que anualmente escurren por el río Desaguadero".

De todo lo anterior, se deduce que una eventual utilización unilateral de los afluentes peruanos por nuestro país, en volúmenes que afecten sensiblemente la masa hídrica lacustre, requeriría el acuerdo entre ambos países. Del mismo modo que un incremento sustantivo del caudal de los lagos Popoó o Coipasa, con cualquier finalidad, a expensas de las aguas del Titicaca y utilizando el curso del río Desaguadero, demandaría también un acuerdo binacional.

Así se señala en documentos de la Autoridad Binacional Autónoma del Sistema Hídrico del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó, Salar de Coipasa (sus siglas ALT), cuya misión de acuerdo a su Estatuto es precisamente dictar y hacer cumplir las normas de ordenamiento, manejo, control y protección en la gestión del agua del Sistema, además de promover y conducir las acciones, programas y proyectos dentro de ese fin. Además, entre las funciones establecidas en su Estatuto, la ALT, tiene las de “c. Ejercer la autoridad sobre los recursos hídricos e hidrobiológicos de connotación binacional del Sistema Hídrico TDPS, estableciendo las normas y reglas de operación… k. Cautelar que las iniciativas de entes públicos y privados interesados en invertir en el ámbito del Sistema Hídrico TDPS, guarden coherencia con el Plan Director… n. Establecer pautas de aprovechamiento y manejo del recurso hídrico e hidrobiológico, en concordancia con el Plan Director…”

Ahora bien, teniendo en cuenta todo lo anterior las grandes preguntas que nadie puede dejar de hacerse son: ¿Las salmueras del lago Coipasa, con gran cantidad de litio y otros metales, deben considerarse “recurso hídrico” integrante del Sistema TDPS? De ser así, ¿Debería el Perú, participar mediante la ALT en el manejo y gestión integrada de esos recursos y obtener algún beneficio, a la luz de los convenios de 1955 y 1957? La Cancillería del Perú, no puede dejar de estudiar el asunto, en resguardo de los intereses nacionales.

La “guerra” por el litio

Las grandes fábricas de vehículos automotores han desencadenado intensa lucha por asegurar la satisfacción a sus demandas de litio, alternativa excepcional para reducir en forma radical la actual dependencia del caro y cada vez más escaso petróleo en el mundo. Ha empezado la carrera para construir la próxima generación de coches eléctricos o híbridos, prescindiendo o reduciendo el consumo de petróleo.
Una reciente información periodística es muy reveladora al respecto: “La General Motors, fiel a su primacía, decidió apostar a la revolución del litio. Lo anunció el 16 de junio de este año en la afamada revista The Economist. La apuesta se llama “Volt”. Se trata de un automóvil capaz de viajar hasta 64 kilómetros, sólo bajo el impulso de sus baterías del tipo ion-litio. Luego de ese límite se activaría un motor de combustión a gasolina. Representa al primer “híbrido enchufable”. Ello porque puede recargarse en casa tomando energía de prácticamente un común toma corriente de 220 voltios. Puede hacerlo incluso en un lapso de 10 minutos con cargadores especiales, y en seis, con los que se prevé serán los recargadores normales. Por supuesto, normalmente crea “cero contaminación”. Se prevé que será capaz de recorrer 500 kilómetros con una única carga eléctrica antes de precisar otra batería de litio… bueno ion-litio”.
Toyota segundo productor mundial de automóviles, lidera hoy el mercado de los híbridos con su modelo Prius, basado en las baterías niquel-cadmio. Porche, Nissan, Ford y BMW, entre otros fabricantes, también desarrollan proyectos similares.
La empresa francesa Bolloré es la más interesada en participar en la explotación de los ricos yacimientos de litio de Uyuni, según el director general de Minería y Metalurgia de Bolivia, Freddy Beltrán. En declaraciones a la agencia estatal ABI, Beltrán afirmó que el interés mostrado por Bolloré ha hecho que altos ejecutivos de esa empresa automovilística francesa hayan visitado Bolivia en tres ocasiones. El propio presidente boliviano, Evo Morales, se reunió en Francia con el presidente de la empresa, Vincent Bolloré y probó uno de los prototipos de automóviles eléctricos que la firma francesa desarrolla.
El multimillonario norteamericano de origen húngaro George Soros, anunció que invertirá 200 millones de dólares en autos ion- litio desarrollados por la fábrica china Chery. Los holdings japoneses Mitsubishi y Sumitomo, llegan repetidamente a La Paz en busca de la posibilidad de un ventajoso contrato.
En septiembre del año pasado se produjo la visita del Presidente iraní a Bolivia. Se sabe públicamente que el principal tema tratado en esa ocasión fue el anunciado acuerdo marco para la explotación de litio. Evo Morales informó también que los gobiernos de Rusia y Francia se muestran interesados en el litio que tiene Bolivia, por lo que ese tema fue, a no dudarlo, uno de los principales durante la visita que hizo a esos dos países europeos.
Si bien es cierto que Argentina y Chile tienen salares, y también los hay en el Tibet, todos esos son pequeños en relación a las reservas de Uyuni-Coipasa. He aquí el gran papel que estas puedan cumplir en el corto y mediano plazo en los esfuerzos a favor del desarrollo integral de Bolivia.

Dada la enorme riqueza y su importancia futura, no puede desestimarse el hecho que, así como ocurre con las aguas del Titicaca, algún país vecino ya esté considerando la posibilidad de una aventura bélica para perpetrar un despojo que sería anti-histórico, pero siempre posible.
La política boliviana sobre el litio.
El gobierno boliviano ha demostrado que su propósito permanente en relación a los abundantes yacimientos de ese metal, se orienta a controlar estrechamente el litio manteniendo –en lo posible- a los extranjeros al margen. Según un Boletín especializado que se edita en La Paz, “El Gobierno de Bolivia afirmó que no concederá monopolio en la explotación del litio. “No hay monopolios, no hay exclusividad", afirmó el Ministro de Minería, Luis Alberto Echazú, en declaraciones a la emisora de radio estatal Patria Nueva, al comentar la política del Gobierno de Evo Morales sobre la riqueza del litio que posee Bolivia. A las empresas interesadas se les ha explicado que los ejes de la política consisten en no conceder monopolios, en exigir que el Estado tenga una participación mayoritaria en los ingresos y en que se inicie un proceso de industrialización del litio, explicó Echazú”.
Ejecutando esa política y a despecho del monopolio mundial que en la explotación del litio tienen las transnacionales FUTE y FMC Lithium Corporation (“Ambas poseen la tecnología para convertir el litio en metálico, que es cuando sirve”), la empresa boliviana Comibol ha invertido ya cerca de 6 millones de dólares en una planta pequeña, cerca de la aldea de Río Grande en el borde del Salar de Uyuni. “En ese paraje semejante a un blanco paisaje lunar se espera comenzar el primer esfuerzo boliviano a escala industrial para explotar una mina de litio transformando el mineral en carbonato para baterías. El primer paso ejecutado por los técnicos es obtener una salmuera o agua saturada con sal que se encuentra en las profundidades del desierto de sal y trasladarla a bateas o piscinas en la superficie. Ahí el líquido se evapora y queda el litio como materia residual”.
"Se tiene el financiamiento garantizado para empezar con la planta piloto de industrialización que no sólo aprovechará litio, sino también boro, potasio y magnesio", anunció Evo Morales en un discurso en homenaje a Potosí departamento en el que se encuentra el Salar de Uyuni. Morales dijo que el proyecto podría estar listo en 18 meses y que, una vez en funcionamiento, podrá generar ingresos mensuales netos por unos 300 mil dólares.
"Los recursos naturales es la esperanza de Bolivia para salir de la pobreza. Hay tantas empresas de diferentes estados que están interesadas en el litio", recalcó.
"Nosotros queremos que aquí se fabriquen baterías de litio para exportar y hay que pensar seriamente no solamente en exportar baterías, hay que apostar en fábricas de carros de baterías de litio y eso será una obligación para el gobierno, de garantizar una inversión para explotar el litio", agregó el Mandatario.
Como debe ser en estricta justicia, los descendientes de la etnia aymara de los Lipes, antiquísimos ocupantes del desierto uyunense, están reclamando su derecho a participar de la riqueza que significa el Salar, el cual no dudamos será atendido en aplicación del carácter del régimen político que impera en ese país históricamente hermano.
Quienes ansiamos el progreso de nuestros pueblos, no tenemos sino que desear que Bolivia aproveche la ingente riqueza metálica del litio en el combate contra la pobreza y en la forja de su postergado desarrollo, para felicidad de su pueblo, históricamente también nuestro.

Lima, marzo de 2009

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